martes, 26 de agosto de 2008




En tu hemisferio


que cada ópalo

en tu hemisferio

derecho emerja claro

y cada roca de espanto

en el izquierdo sea

disuelta

mientras funcione esta

estafeta de alcances

luminosos

en medio del olvido

y entre innumerables

ejércitos de clones

tu pupila destelle

esa ternura mientras

la cordura sea

amasada y compartida

como un pan

por vos y por mí

será destilado

y sellado un holograma

que sostenga in tacto

a lo real.


lunes, 18 de agosto de 2008

El jardín del sueño


Trapecios en la curva

del aire

despidiendo mi vuelo,

diplomándolo.

Las patas de paloma

son pequeños corales,

sus ojos vacíos

como un instante de vértigo,

como chispas que escapan

de brasas todavía ardientes.



Escalinata del árbol:

en tu copa confirmo

octavas musicales.

Y los troncos dorados

como rocas

retiradas del espanto


que recuerdan el amanecer


en el desierto.



Miríadas de sables la mirada

del muerto

del que no amó la góndola

del cuerpo

del que dijo hasta luego

y era etéreo

del que sacó jazmines

del jardín del sueño

y repitió la toma

de película anónima,

gesto arquetípico-típico

de suburbio onírico:

arrancaba jazmines para ella

en Edimburgo, antes,

y en Cracovia, hace apenas un siglo.

Nunca dejó de hacerlo

ese rol siempre estuvo

cubierto

esa escena no se detiene

nunca:

una seriada del gesto

en un jardín virtual

y eterno.

martes, 5 de agosto de 2008

A merced de...



estoy aquí, en mí,

a merced del fuego

que crepita en mí,

del aire

que suspende y expande

en mi,

de la tierra

que sostiene y conserva

en mí,

del agua

que disuelve contornos

en mí, en vos

quién asoma

sino el sediento

el desesperado

que avanza

rasgando el velo

penetrando la cúpula

del tiempo

capturando un colibrí

en pleno vuelo

porque algo se lo entrega

a él

que no se demora

en estar listo

como el néctar mismo

de la flor.

Alabanza es el secreto

Alabanza es el código

Alabanza es el trasporte

el salto cuántico

el disparador alquímico

del núcleo ardiente

del ser.


viernes, 1 de agosto de 2008

Karma


Seudo apóstoles

del dolor

mis huesos registran

cambios de eras

éxodo de montañas

cadenas de encarnaciones.

Todas sus formas son monjes

cada creencia un sendero.

Karma del cisne en los Himalayas.

Redescubrir la quietud.

Ser en el inicio.

Ser El.